MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
La docencia es una vocación, de las más hermosas, cada
día le brindamos a nuestros alumnos la oportunidad de aprender, nos convertimos
todos los días en facilitadores del conocimiento y en algunos casos tenemos la
función de ser un mediador entre el alumno y el conocimiento, en muchas
ocasiones somos un amigo, un consejero, el regañón, el buscador de objetos
extraviados, el juez, somos más que el
profesor de clase, y todos los días tenemos diferentes roles, por lo que considero
necesario conversar sobre lo que realizo en un día de clases:
Mi horario de trabajo es de 7:00 a 15:00 hrs. Tengo
a cargo a 2 grupos. Mi día normal de
trabajo inicia a las 7:00, pero como soy orientador técnico, pregono
con el ejemplo, por lo que llego antes
de las 7:00 (incluso antes que el director, saludo al conserje, dejo mis cosas
en mi oficina, , voy a saludar a mis alumnos que ya llegaron en cada uno de los
salones a mi cargo, posteriormente, voy a pararme a la entrada de la escuela
les doy la bienvenida a los alumnos de la institución, mis alumnos me saludan
de mano, después de las 7:10 cierro la reja, me voy a mi oficina a registrar
quienes asistieron temprano, a las 7:50 voy nuevamente a la reja, a registrar
quien de mis alumnos llegaron tarde, en cada cambio de horario, reviso que los
maestros entren puntualmente a sus clases, así como, que ninguno de mis alumnos
no entre a la clase, durante el receso, se me asigna un espacio para cuidar que
no se den casos de bullying, al final del día escolar voy a pasar lista
para verificar que ningún alumno se haya escapado, atiendo a padres de familia, reviso la
situación académica de mis alumnos irregulares, asisto con los docentes para
que me informen sobre los avances de mis alumnos, estoy pendiente de que mis
alumnos asistan a cita familiar, verifico que algunos de mis alumnos reciban
asesorías, y si ese día no asistió un docente, mi función es atender al grupo,
cubrir la clase del profesor, apoyándome en una programa de Orientación para la
Vida, cuando cubro las clases, inicio la clase saludándolos, les proyecto
diapositivas, películas, les doy material impreso sobre habilidades cognitivas,
en ocasiones hacemos mesas redondas para abordar temas de su interés, en otras
ocasiones, ellos exponen y yo apoyo en retroalimentar contenidos que no fueron
contundentes, trato de que mis alumnos participen, en cada clase se sientan en
diferentes lugares, y cuando iniciamos un tema nuevo, le pido a un alumno que
nos dicte una frase, su canción favorita y el valor que lo identifica dentro
del salón, mientras los alumnos realizan la actividad, camino entre las filas
para verificar que estén trabajando, me acerco a ellos para resolver dudas,
cuando ellos participan siempre refuerzo con palabras de aliento, cuando
terminan la actividad, reviso y les escribo frases en donde manifiesto su
esfuerzo por hacer la actividad. Durante el día converso con mis alumnos sobre
sus problemas, a los que observo que están tristes me acerco a ellos, a los que
van a un concurso les doy seguridad, a los que se fueron de su casa, converso
con ellos sobre los motivos, casi siempre estoy con mis alumnos. Y cuando no
estoy con ellos estoy preparando materiales para trabajar con ellos o
atendiendo a sus papas realizando actividades de los proyectos estatales. Cuando llega el final del día, mis alumnos se van, los despido y les digo
“adiós, nos vemos mañana” o “mañana a las 7, y con mas ganas”. Trato de
motivarlos diario. Mi trabajo como orientador es frente a grupo y fuera del
grupo.
Me considero una profesora que ama su trabajo, estoy orgullosa de lo
que hago, todos los días trato de hacer mejor mi trabajo, porque estoy formando a personas que
muy pronto serán quienes me brinden un servicio, serán aquellas, que generen nuevos conocimientos, los que ayuden a mejorar
esta situación en la que como país estamos viviendo, ser profesor de Educación Media Superior es un
gran compromiso, porque implica formar a personas que es la ultima fase de su
preparación y para otros un nivel mas que cursaran y que además le servirá como
escalón para cursar una carrera que ejercerán toda su vida. En Educación Media Superior
trabajamos con jóvenes que se encuentran
en un proceso de duelo, de reafirmación de personalidad, donde sus intereses
son iniciar un noviazgo, tener una vida sexual activa, donde conocen algunos
vicios, y son muy pocos los que realmente tienen interés por estudiar, por lo
que, de acuerdo a la función que tengo en mi institución (ser orientador) es
muy significante trabajar con jóvenes, apoyarlos a elegir una carrera, guiarlos
en su situación académica, apoyarlos y motivarlos durante su estancia en la
institución, pero sobre todo soy el eje sobre el cual giran los docentes,
alumnos y padres de familia, en muchas ocasiones, este es un motivo importante
para hacer diariamente y de la mejor manera mi trabajo. Es muy gratificante que
tus alumnos te reconozcan, como persona, profesionista y profesional, y solo
basta con un gracias, para agradecer todo lo que hago por ellos, o un saludo de
mis exalumnos en la calle (“Buenos Días
profa. Oli” o una visita a tu lugar de trabajo). Pero no todo es bonito, en
ocasiones, no cumplo mis metas por las limitaciones de mis jefes inmediatos,
afortunadamente estoy venciendo esos obstáculos. Y en ocasiones, me siento
insatisfecha, porque observo como muchos de mis alumnos desertan por cuestiones
económicas y otros porque se dan por vencidos cuando no son aceptados en
Educación Superior.
Estoy consciente de mis debilidades como docente,
por eso, es que trato de actualizarme diariamente, no soy docente de formación
pero si de corazón. Amo mi trabajo, soy feliz ayudando a mis
alumnos.
Esto es parte de mi vida como Docente-orientador, es
una profesión muy satisfactoria, aunque nunca se nos reconozca lo que hacemos
por nuestros alumnos. Es necesario profesionalizar la docencia, reconocer la labor diario de un profesor.
Y si no se reconoce socialmente, por lo menos, nosotros reconozcamos las
fortalezas y debilidades que tenemos como docentes, así como, las oportunidades
que se nos presentan y por ultimo las amenazas, con el único fin de ser cada
día el mejor docente. Esta es mi
confrontación con la docencia.
Hola
ResponderEliminarMe gusta la estructura que le has dado a este escrito y tienes razon, solo en la medida en que nos conozcamos mejor a nosotros mismos podremos mejorar.